La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) anunció el rediseño de su estructura organizacional, que busca mejorar la eficiencia, profesionalizar la planta de personal y cumplir con las normativas legales vigentes. Este cambio busca fortalecer las funciones misionales de la entidad y optimizar su capacidad para atender las necesidades ambientales de nuestra ciudad.

 

¿En qué consiste el rediseño?

La nueva estructura de nuestra entidad incluye la creación de dos nuevas subsecretarías: la Subsecretaría de Control Ambiental, que se encargará de la evaluación y seguimiento ambiental, y la Subsecretaría de Gestión Institucional, que liderará las políticas administrativas, logísticas y de talento humano. Además, se han creado tres nuevas oficinas (Tecnologías de la Información, Jurídica y Planeación) y tres direcciones (Talento Humano, Áreas Protegidas y Procesos Sancionatorios).

El rediseño también busca profesionalizar la planta de personal, aumentando los empleos profesionales en un 63%, (incluye empleos de libre nombramiento y remoción y carrera administrativa) pasando de 102 a 163. Así mismo, se priorizará la vinculación de los mejores contratistas a la planta, con lo que se formalizará el empleo público y reducirá la alta rotación de personal.

Entre los beneficios del rediseño se destacan:

• Desconcentración de funciones, con la creación de nuevas dependencias especializadas. 
• Separación de las funciones de otorgamiento de licencias y sanciones para evitar conflictos de interés. 
• Cumplimiento de normativas legales, como la creación de la Oficina de Tecnologías de la Información y la Dirección de Talento Humano. 

Con este rediseño, la Secretaría Distrital de Ambiente busca consolidarse como una entidad más eficiente, transparente y preparada para enfrentar los retos ambientales de la capital, y garantizar un mejor servicio para los ciudadanos y un entorno más sostenible.

 

¿Por qué se necesitaba un rediseño?

Como se expuso en la socialización realizada en el auditorio principal de la entidad el viernes 24 de octubre, la SDA operó durante años bajo una estructura de "reloj de arena", con una alta concentración de cargos superiores, pocos profesionales intermedios y una base amplia de personal asistencial. Además, la entidad enfrentaba una sobrecarga laboral, con más de 26 mil procesos sancionatorios activos, y carecía de áreas clave como una Oficina de Tecnologías de la Información y una Dirección de Talento Humano, por lo que estaba incumpliendo el Decreto 1083 de 2015.