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Cuáles son los árboles patrimoniales de Bogotá

Distrito exalta 48 árboles patrimoniales y 15 de interés público en Bogotá

$Titulo_SEO.getData() Cuáles son los árboles patrimoniales de Bogotá

Palma fénix emplazada en el separador de la calle 57, en la localidad de Teusaquillo. Una de las 41 palma fénix reconocidas como patrimoniales en la calle 57.

  • A través de la Resolución 02805 se reconocen los individuos como patrimoniales o de interés público.
  • Los árboles tienen atributos culturales, históricos, naturales y paisajísticos de importancia para la ciudad y las comunidades. 
  • Los árboles están identificados a través del Sistema de Información para la Gestión del Arbolado Urbano (Sigau).
Bogotá, 19 de diciembre de 2023. (@AmbienteBogota). La Administración de la alcaldesa Claudia López, a través de la Secretaría de Ambiente, expidió la Resolución 02805 "por la cual se exaltan árboles patrimoniales o de interés público en Bogotá D.C", con el objetivo de conservar y proteger el patrimonio natural en la ciudad. 
Los árboles, identificados en el Sistema de Información para la Gestión del Arbolado Urbano (Sigau), además cuentan con un código QR para que la ciudadanía pueda consultar sus principales cualidades y atributos que los representan, los apropien y ayuden a su protección y conservación en Bogotá.
 
Los 63 árboles patrimoniales o de interés público tienen una edad igual o superior a los 60 años, sus condiciones físicas poseen características singulares y paisajísticas, son representativos e históricos para la ciudad y son simbólicos e icónicos para la comunidad. 
 
Los individuos patrimoniales corresponden a dos cipreses, dos eucaliptos, una casuarina, un urapán, un cedro y 41 palmas fénix. Los árboles están ubicados en Ciudad Bolívar, en la plaza funcional de Suba, Observatorio Astronómico Nacional, en la Quinta de Bolívar, la Diócesis de Fontibón, en la calle 54 entre Avenida Caracas y la diagonal 61 B y en el multifamiliar Rincón. 
 
Los exaltados como árboles de interés público corresponden a tres yarumos, dos palmas de cera, siete palmas fénix, un laurel, un Gernika y un borrachero. Estos individuos están ubicados en el Palacio de San Carlos, Quinta de Bolívar, en el Chorro de Quevedo y en la calle 41 sur con carrera 51 C (barrio Muzú). 
 
Este reconocimiento hace parte del esfuerzo de la Administración de la alcaldesa Claudia López en su propósito de integrar los patrimonios de los capitalinos, al proteger y conservar el arbolado urbano y las coberturas vegetales vinculadas a sitios icónicos de la ciudad, un ejemplo de esto es el reconocimiento hecho por la Secretaría de Ambiente en Ciudad Bolívar de un eucalipto común ubicado en la cima de Cerro Seco conocido como árbol del ahorcado, recientemente denominado por la comunidad como árbol de la vida, representación del patrimonio simbólico y valor religioso de las comunidades, y que refuerza la declaratoria como bien de interés cultural del parque de borde Cerro Seco hecho por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC).
 
En total, se evaluaron y revisaron 96 árboles postulados conjuntamente por el Ministerio de Cultura y el IDPC con el acompañamiento del Jardín Botánico José Celestino Mutis, de los cuales 63 cumplieron con los requisitos para ser reconocidos como patrimoniales o de interés público. 
 
En estos especímenes sus tratamientos son autorizados por la Secretaría de Ambiente, y su cuidado se encuentra a cargo del Jardín Botánico de Bogotá, garantizando las mejores condiciones físicas y sanitarias para estos viejos testigos del desarrollo de la ciudad. 
 
Con el pasar del tiempo y una vez no sea posible garantizar la estabilidad de los árboles por su envejecimiento y su deterioro progresivo, decaimiento que nos acompaña a todos los seres vivos, los especímenes deberán ser retirados con el fin de evitar el peligro de caída. 
 
En estos casos las comunidades han participado en ceremonias de despedida de estos silenciosos amigos, y según los valores que permitieron su exaltación, se podrán desarrollar, de manera concertada, estrategias para recordar su presencia, como el remplazo de los mismos con la utilización de sus descendientes o la permanencia del símbolo que los caracterizaba a través de un nuevo árbol, entre otras posibilidades.