Bogotá, diciembre 1 de 2023 (@AmbienteBogota) Andrea Catalina Neira Triana es una bogotana que vive en la localidad de Ciudad Bolívar y es funcionaria de la Subdirección Financiera.

Catalina es contadora pública de la Universidad Nacional, tiene una segunda carrera como abogada de La Gran Colombia y una maestría en Administración de Empresas, también de la Universidad Nacional.

Esta joven funcionaria, ingresó como contratista a la Secretaría de Ambiente en agosto de 2015, y ya en el 2016 logró hacer parte de la planta provisional de la SDA, donde confiesa que se enamoró de la misionalidad de la Secretaría y por eso concursó para tomar posesión como profesional especializado en el 2018.

Su llegada a la SDA fue inesperada, ella se encontraba trabajando en el área de Tesorería y Contabilidad de la Universidad Nacional cuando conoció al subdirector Financiero de ese tiempo, Juan Camilo Santamaría, quien le ofreció una vacante como contratista en la Subdirección Financiera, dependencia donde ya lleva laborando cerca de ocho años.

Dentro de las funciones de su cargo está llevar la contabilidad de la entidad y liderar el proceso contable con el apoyo de ocho personas. Gracias a su trabajo, se pueden reconocer las transacciones realizadas por la SDA e incluso siente que "ahora nuestros estados financieros, auditados por las ¿ías¿, empezaron a tener menos hallazgos y hemos mejorado nuestros indicadores".

Siente que "he contado con una muy buena relación con mis jefes y eso me ha permitido sentirme en una zona perfecta para crecer profesionalmente". Además, confiesa que en la entidad ha encontrado un buen ambiente laboral donde le gusta su dinámica y clima organizacional.

Ana Lucía Quintero Mojica, subdirectora Financiera, afirmó sobre el trabajo de esta funcionaria que: "Catalina es un apoyo fundamental para nuestra dependencia, ella es una persona proactiva, dispuesta, colaboradora, con sólidos conocimientos de la entidad y un desempeño profesional intachable, sencillamente es una funcionaria comprometida e íntegra con todos los compromisos que se le asignan".

Manifiesta que la calidad humana del personal se caracteriza por ser cálido, amable, capacitado y entregado a su labor, e incluso siente que "he logrado tener lazos de amistad y me ha retribuido sumar personas muy valiosas a mi vida".

Para ella, uno de los principios fundamentales por los que trabajan los directivos es preservar la calidad de vida de los(as) colaboradores(as).

Vive con su pareja Juan Felipe, quien es el padre de su único hijo de tres años a quien bautizaron Ian Jerónimo y quien desde su llegada se convirtió en "el ser que ilumina mi vida todos los días", y Romeo y Julieta, sus dos gatos.

Disfruta compartir con su familia los logros de su carrera. En sus tiempos libres baila junto con su esposo salsa y bachata, recordando que siendo bailarines profesionales fue cuando juntaron sus corazones.

Ahora, con el bebé sus planes de entretenimiento se ampliaron y asisten en familia a actividades recreativas que son aptas para su edad, como por ejemplo ir a natación, tomar clases de habilidades o motricidad en la caja de compensación.

Catalina es una mujer que ha aprovechado la vida para crecer académica, laboral y familiarmente con muchas ilusiones de continuar aportando en diferentes escenarios.

Exalta que es un defensora del teletrabajo, pero que "antes de la pandemia no lo veía viable, quizá porque no era mamá, pero después del Covid aprendí que se puede trabajar en remoto con grandes resultados. El teletrabajo me ha permitido tener mayor calidad de vida, cumplir con mi trabajo, pero también como esposa y madre".

Afirma que trabajar desde casa aporta a la calidad de vida de las personas al reducir tiempos de desplazamiento que se pueden aprovechar para compartir más con sus seres queridos y reducir el estrés o los riesgos de transportarse, en su caso, hasta por tres horas en los trayectos de llegada y salida del trabajo.

Lea también: Yulied Milena Peñaranda Flórez: la madrina que vela por las metas y proyectos de la Secretaría de Ambiente

De la SDA le apasiona aportar a la preservación al cuidado del medioambiente de Bogotá e incluso siente que quienes laboran en la SDA contribuyen a los objetivos de cuidado y sostenibilidad de los ecosistemas de la ciudad.

Dentro de sus planes a futuro quiere seguir avanzando laboralmente e incluso integrarse en otras entidades que le permitan robustecerse, o en otras dependencias de la entidad por algún proceso de encargo.

Definitivamente siente que le debe todo a esta entidad de corazón verde, y por ello se siente "muy feliz y afortunada de trabajar en ella".

Por colaboradores como Andrea Catalina Neira Triana nos sentimos "¡¡orgullos de nuestra gente!!".