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Una heroína que reduce la disposición de residuos orgánicos en el relleno sanitario

Una heroína que reduce la disposición de residuos orgánicos en el relleno sanitario

$Titulo_SEO.getData() Una heroína que reduce la disposición de residuos orgánicos en el relleno sanitario

Foto: cortesía. Jéssica Rivas lidera el proyecto ¿Más Compost, Menos Basura'. Por medio de este, recoge residuos orgánicos para que sean transformados en abono. 

  • Jéssica Rivas lidera el proyecto ¿Más Compost, Menos Basura'. Por medio de este, recoge residuos orgánicos para que sean transformados en abono.
  • Desde 2018, ha logrado recolectar más de 150 toneladas de restos de comida en los hogares de Bogotá.
Bogotá, octubre 31 de 2020. (@AmbienteBogota). Desde que era una niña, Jéssica Rivas ha estado conectada con la naturaleza, gracias a que una gran parte de su infancia la pasó en el campo, en compañía de sus abuelos. Esta experiencia marcó su vida y se convirtió en una semilla que después de un tiempo brotó en forma de un proyecto con importantes impactos ambientales en la ciudad.
 
Esta bogotana de 31 años es la creadora de Más Compost, Menos Basura, una iniciativa que nació oficialmente en 2018 y cuyo objetivo es recolectar los residuos orgánicos generados en las viviendas para aprovecharlos como abonos.
 
Para Jéssica, la consolidación de esta idea comenzó en su época de universidad. Ella, una mujer curiosa por los temas ambientales, aprovechaba el tiempo libre para adherirse a diferentes espacios de aprendizaje y, a la vez, compartir sus conocimientos con otras personas.
 
Mientras estudiaba Administración Pública, aunó esfuerzos con un grupo de compañeros para crear una organización social, mediante la cual realizaba talleres enfocados en la reutilización. A través de esta iniciativa, les enseñaba a los ciudadanos a aprovechar residuos como las cajas de la leche y las llantas, entre otros.
 
Un tiempo después de haber terminado la universidad, surgió una convocatoria distrital en la que buscaban estrategias para que las personas pudieran gestionar adecuadamente sus residuos. Se le ocurrió que esta podría ser una buena oportunidad para seguir consolidando sus ideas por el cuidado del ambiente e ir más allá de la pedagogía para generar un proceso que repercutiera directamente en la ciudad. 
 
"Queríamos darle un enfoque diferente a la fundación, para que no se quedara solo en el taller o la caminata, sino que tomara una problemática ambiental grande y, desde la ciudadanía, se pudiera solucionar. Pensamos que podían ser los residuos orgánicos y, entonces, empezamos a investigar sobre el tema del compostaje y desarrollamos una compostera domiciliaria", rememora Jéssica.
 
Ella y su equipo implementaron la idea inicial con 50 familias de la localidad de Usme, que vivían cerca del relleno sanitario Doña Juana. Estas comenzaron a aprovechar los residuos en abonos y se hicieron conscientes del impacto que generaba su consumo en el ambiente. 
 
"¿Sabes qué fue lo más bonito de ese proceso? Que sembramos una semilla en las familias, las cuales empezaron a hacer la separación y gestión de los residuos", relata la bogotana.
 
Los recursos obtenidos mediante la convocatoria fueron destinados a la compra de nuevas composteras con las que más personas de la ciudad empezaron a tomar conciencia y generar cambios frente a los residuos.
 
En 2018, Jéssica, en compañía de su esposo, formalizó el proyecto. En una bicicleta playera comenzó a recolectar los residuos orgánicos en las casas de las familias que contaban con las composteras. Desde entonces, ha evitado que más de 150 toneladas de este tipo de restos lleguen directamente al relleno sanitario Doña Juana.
 
En la actualidad, Más Compost, Menos Basura atiende una cifra mayor de 1.333 hogares y recoge cerca de ocho toneladas de residuos orgánicos que son trasladados al municipio de Tenjo, donde un proveedor los transforma y comercializa.
 
El compostaje es un proceso que permite convertir los restos de comida en abono para aportar nutrientes a la tierra y disminuir la contaminación atmosférica, en el suelo y el agua. 
 
De acuerdo con un informe del Banco Mundial, en el planeta se generan 2.010 millones de toneladas de desechos sólidos cada año. De estos, el 44 % corresponde a alimentos y desperdicios verdes, que, mediante técnicas como el compostaje, podrían ser transformados para el beneficio de la sociedad.
 
"Por medio del compostaje podemos reconectarnos con la naturaleza y devolverle un poco lo que nos da (¿). Esto nos brinda la satisfacción de dejar de ser parte del problema y empezar a ser parte de la solución", explicó.
 
Jéssica continúa con su misión de educar a la gente, no solo en el manejo de residuos orgánicos, sino en prácticas sostenibles, para contribuir al cuidado y la preservación de los recursos naturales. 
 
A las personas que desean ingresar al mundo del compostaje les recomienda, primero que todo, tener mucha paciencia y compromiso. El resto es cuestión técnica: disponer de una vasija de barro de máximo 30 cm de alto, picar los residuos en trozos pequeños, procurar que la mayoría de los insumos sean naturales y contar con un material seco, como el aserrín, para evitar los malos olores.
 
Por ahora, tiene dos sueños: hacer que su proyecto sea replicado en otros lugares de Colombia y contar con un sitio comunitario de compostaje en Bogotá.