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El hombre que en época de cuarentena cumple su deber de regar, podar y querer los árboles que pronto reverdecerán a Bogotá

  • Andrés Quintero dedica parte de su jornada a regar, podar, cuidar, consentir y querer a las especies vegetales que crecen en los viveros de la Secretaría de Ambiente. 
Bogotá, marzo 26 de 2020. En medio de las desoladas calles que por estos días tiene Bogotá, se puede encontrar e identificar héroes que dedican su tiempo para proteger y cuidar la salud de todos los bogotanos: médicos, policías, organismos de socorro y personal logístico son algunas de las personas que trabajan incansablemente por el bienestar de la ciudad. 
 
Andrés Quintero es uno de esos héroes silenciosos que hoy tiene Bogotá. No es un profesional de la salud, es un joven tecnólogo en gestión de recursos naturales que cada mañana se levanta con el objetivo de cuidar y proteger varias las especies vegetales que se están preparando para reverdecer la ciudad. Sin lugar a dudas, es un superhéroe de capa verde. 
 
Andrés lleva siete años trabajando con la Secretaría de Ambiente y es uno de tantos funcionarios que hoy, en época de cuarentena, sigue realizando actividades para mantener vivo el material vegetal que posteriormente se va a plantar en las diferentes localidades. 
 
Debidamente dotado con transporte y equipos de protección necesarios para ejercer labores en esta época de cuarentena, Andrés cumple sagradamente su deber y asiste a los viveros de la Secretaría para regar las diferentes especies vegetales que esperan su momento para salir a reverdecer Bogotá.
 
"Principalmente estoy realizando el riego de las plantas que tenemos en los viveros. Amo mi trabajo y estoy convencido de que con esta labor y la de todos mis compañeros, vamos a lograr tener una mejor calidad de vida", expresó vía telefónica Andrés, desde uno de los viveros que hay en la capital. 
 
La Secretaría de Ambiente cuenta con tres viveros: Soratama (Usaquén), Olla de ramo (Entrenubes) y Cerezo (San Cristóbal). En estos lugares se están preparando 180 mil individuos vegetales que en los próximos meses serán plantados en varios ecosistemas estratégicos de la ciudad.  
 
Mientras se supera esta contingencia y la mayoría de las personas pasan el tiempo en casa, Andrés junto con algunos compañeros, dedican varias horas a la semana para cuidar, consentir y aportar un granito para el cuidado de la naturaleza. Ellos con su experiencia y espíritu de conservación lo dejan todo en el campo. 

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"La experiencia es muy importante en este trabajo. No se puede descuidar ningún detalle. La labor que adelantamos con mis compañeros, así no sea muy vistosa, nos llena de satisfacción, ya que estamos realizando la arborización de toda la capital¿, afirmó el joven desde los Cerros Orientales de la Ciudad. 
 
Andrés es un amante de los árboles. Por sus manos han pasado miles de chilcos, duraznillos, arrayanes, cedros, verbesinas, alisos, cajetos, arbolocos y más de 50 especies que han sido sembrados en procesos de restauración y arborización en diferentes localidades de Bogotá. 
 
Los árboles tienen la capacidad de absorber gran cantidad de CO2, sirven como filtros para atrapar las partículas contaminantes, aumentan la biodiversidad urbana, ayudan a regular temperaturas y mejoran nuestra salud física y mental. 
 
¿Cuidar el arbolado urbano y rural es vital. Estos individuos al igual que nosotros también están de paso por esta vida y prestan un sinnúmero de servicios ambientales en la ciudad. Tenemos que valorarlos y quererlos. Ellos son como los seres humanos, cumplen un ciclo y hay que cuidarlos", finalizó Andrés Quintero.